No es un secreto para nadie que estamos presenciando el más grande proceso de extinción masiva de especies en los cerca de 400 millones de años de vida del planeta. Actualmente se estima que 60.000 especies de plantas (una de cada 4) se habrán extinguido en el año 2040, si la actual situación continúa. Según los especialistas, un proceso de extinción de tal magnitud no ocurre desde finales del Cretáceo, hace 65 millones de años.
En la actualidad veremos desaparecer unas 60.000 especies de plantas superiores, muchas de ellas desconocidas para la ciencia, sin haber sido estudiadas sus potencialidades económicas y medicinales. 1000 especies cada año, 40.000 veces más rápido que en toda la historia del planeta.
Deforestación, contaminación de aguas y aire, crecimiento incontrolado de las ciudades, son solo algunas de las causas. Más del 80% de las especies que se hallan en peligro de extinción se encuentran localizadas en países tropicales. Colombia será uno de los países que sufrirá con mayor fuerza el impacto de esta extinción masiva de especies y de animales a ellas asociados.
Nuestro país se destaca dentro del contexto global por sostener la mayor biodiversidad en proporción al territorio, entre el 10 y el 15 % de la vida del planeta en una superficie equivalente al 0.8% de la tierra emergida del globo. Se disputa con Brasil e Indonesia el primer lugar mundial en diversidad de Fanerógamas (plantas con flores).
Es el segundo país, después de Brasil, en donde se encuentra la mayor cantidad de palmas de diferentes especies, más de 267 conocidas. Esta enorme cantidad de flora se refleja también en la fauna asociada: 475 especies de reptiles, 471 de mamíferos, 2000 de mariposas, insectos como las avispas, 1865 especies de aves y 2000 especies de peces.
La mayor parte de la información de la cual disponemos acerca del funcionamiento de nuestros ecosistemas y de la biología de las especies que habitan en Colombia procede de los conocimientos logrados en otros países como Méjico, Costa Rica, Perú, Venezuela y Brasil, donde por múltiples razones las más importantes entidades Internacionales dedicadas al estudio del neotrópico han establecido a la mayoría de sus científicos. El valioso puñado de colombianos y extranjeros ha sido insuficiente hasta el momento para inventariar siquiera la totalidad de las especies de vertebrados que habitan el territorio de Colombia, y por eso los datos anteriores no son exactos ya que faltaría información. Y mientras se trabaja investigando, la destrucción del hábitat natural continúa y son centenares los organismos que desaparecen sin haberse tenido siquiera la oportunidad de dejar constancia de su existencia.
A Colombia, país privilegiado con tal multiplicidad de vida animal y vegetal, se le debe aplicar el concepto de Mega diversidad. Esta biodiversidad puede atribuirse a la posición geográfica del país que sirve de puente entre el norte y el sur del continente, a las altas precipitaciones de algunas zonas como el Chocó, que es la más elevada del planeta, y a la cadena de los andes que al entrar en territorio colombiano se abre en tres cordilleras, lo que la hace más rica en especies y con más ejemplares que los bosques equivalentes de América central de idéntica altitud o que zonas similares en Bolivia donde la gran cordillera es más alta y no dividida en ramificaciones.
Desafortunadamente esta biodiversidad está en riesgo de desaparecer por las malas prácticas de desarrollo, la deforestación, la contaminación de las fuentes hídricas, los grandes mega proyectos mineros, las emisiones de CO2, las hidrolectricas y tantas otras actividades depredadoras.
El próximo viernes 16 de julio las autoridades encargadas se reunirán, a propósito del año mundial de la biodiversidad, para que Colombia continúe siendo uno de los países más ricos ambientalmente.
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1 comentario
Totalmente de acuerdo con las opiniones respecto al cáos a que indiscutiblemente se abocará la otrora ciudad bonita, por la decidia, falta de control y de restricciones que en responsabilidad de las autoridades municipales y las curadurías, no han hecho valer para impedir el interés desmedido y avariento de las firmas constructoras en el área metropolitana. Cómo es posible que, no obstante la claridad expuesta por el autor de estas opiniones, no se le ponga talanquera a las firmas constructoras y que continúen demoliendo residencias históricas unifamiliares de uno o dos carros para llenar sin control vial y de servicios, por edificios de más de 30 pisos, barrios que hasta ayer, como Cabecera, eran vivibles?.