The Black Keys – El Camino: Menos significa más

Básico no significa simple. Así se podría describir la música de The Black Keys, que con una historia no reciente se han ido convirtiendo en referencia del rock actual.

Sus trece años de trayectoria los ha llevado a experimentar con diferentes sonidos, a diferentes que les ha ayudado a madurar el concepto de su música, y que los ha paseado por géneros tan variado, recreando una atmosfera retro trayendo a colación recordando grabaciones de antaño.

 

Una de sus características más especiales es la preferencia del estilo de grabación que utilizan en ‘estudio’. Y señalo estudio entre comillas porque su segundo disco (2003) fue grabado en un sótano con tecnología vieja guardia, usando solo grabadoras de cinta y efectos analógicos. Los efectos de guitarra utilizados en la sustanciosa discografía parecen de una banda original de los ochentas, y es eso lo que los mantiene atados a ese recuerdo nostálgico de agrupaciones de tres integrantes tocando en un bar acompañado de una cerveza.

Ese mismo estilo suena en El Camino, disco que les abrió las puertas en los festivales más grandes de Norte América como CoachellaLollapalooza, y donde prevalece esa condición de rock clásico con ecos de rock garaje y blues. Este disco tiene fuerte influencia del rock de los 70’s (muchos de los cortes del álbum suenan como un hijo bastardo entre Led Zeppelin y The Clash), persuadiendo a los escuchas de que son la banda con mayor impacto del momento, convencidos de lo que son y catequizando a las masas de que hay rock and roll para rato.

Las letras de El Camino son una patada a los escritores de canciones del momento. Hablan de todo y de nada, no son trascendentales ni triviales. Su música es la narración de hechos que le suceden a un sujeto normal enamorado, perdido, intentando encontrarse mientras busca en sus bolsillos un fosforo para prender un cigarrillo. Evoca a paisajes típicos del interior de los Estados Unidos (carreteras, desiertos, lobos y zorras), exactamente de donde vienen sus integrantes.

Quizá lo más original de The Black Keys sea que no se alejan de un estilo sencillo, sin muchas pretensiones, ninguna más allá de invadir el mundo con su música e interpretar el rol del rockero por excelencia: una guitarra, un micrófono, una batería y un teclado, dejando de lado tanta tecnología que ha ido desvalorizando el precio original de la música.

 

Hablemos de música, porqué no?

@luisch

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