Las nuevas ocupaciones

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En siglos pasados, cuando el caballo y el tren a carbón eran medios de transporte vitales en la sociedad, eran comunes oficios como el recolector de desechos de caballo o el maquinista que cargaba de carbón la caldera, ocupaciones importante y de gran utilidad. Hoy no aplican. Si nos vamos más hacia adelante en el tiempo, en los temas relacionados con comunicaciones, la labor del teleoperador u operador de telégrafo, era más que necesaria y con seguridad los empleos que generaba una oficina postal eran mayores a los actuales, debido al monto de cartas y telegramas enviados por las personas que deseaban contactar a familiares y amigos en la distancia. Las nuevas disciplinas y vocaciones laborales que eligen las personas se transforman con el pasar de los años, unas desaparecen y otras nuevas surgen en medio de un proceso dinámico impulsado por la evolución de la tecnología.

Y aunque estos cambios se han dado desde siempre, para el análisis que expondré en este blog, me remontaré a épocas más recientes. Quisiera hablarles del caso de mi abuelo quien cuenta al día de hoy con 88 años. Cuando él estaba joven y de pronto, debía decidir que tarea ejercería en su vida, no tenía muchas alternativas. Estoy segura que el camino profesional que tuvo, se basó siempre en las opciones laborales que se le iban presentando y en las habilidades que poco a poco desarrollaba de manera empírica. Con mi papá, el tema cambió. El abanico de oportunidades se fue abriendo y yo con mucho orgullo decía: «Mi papá es arquitecto». Veía como hacía maquetas y planos a mano y tenía una persona que lo apoyaba en esta labor: un auxiliar de diseño o dibujante.

Conmigo, fue diferente, cuando era chiquita, recuerdo mucho que me preguntaban. «¿Y tú, qué quieres ser cuando grande?». Entre las muchas opciones estaban las tradicionales: reina de belleza, cantante, bombero, policía o bailarina, que seleccionaba según el estado de ánimo que tenía. Más grande, al terminar el colegio, el dilema era igual o peor. Nos hacían unas pruebas psicotécnicas y de orientación profesional que al leer los resultados, quedábamos más perdidos, pues en general quien servía para las ciencias sociales era apto para un sinnúmero de carreras que van desde psicología hasta la economía. Yo me decidí por la primera, pero no pensé que la vida y las oportunidades que iban apareciendo le darían un giro a lo que creía sería mi trayectoria profesional y estaría encargada de otras actividades ajenas a la carrera que estudié por cinco años.

Asimismo, veía a lo relacionado con las TIC como lejano y confuso. De hecho, cuando en el 1998 escuche los primeros conceptos de sociedad del conocimiento, el trabajo en casa era  un tema que empezaba a sonar, pero igual, eso era visto como algo extraño y poco confiable.

Con mi hija y los hijos de esta generación el panorama será muy distinto, pues las nuevas disciplinas que se nos vienen encima son muchísimas. Los avances tienen demandas nunca antes vistas que aunque varias profesiones sigan vigentes en universidades y aparenten estar intactos sus currículos, en la práctica su ejecución será diferente. ¿Ha escuchado de pronto, cuando le pregunta a alguien qué hace y le responde: «Soy Webmaster de una compañía que desarrolla estrategias de marketing online basadas en herramientas web 2.0»?. O quizá, otra persona le ha hablado de su hoja de vida que se ha desempeñado por tantos años como «bloggero» o que entre su experiencia está el haber sido tutor virtual.

Estas nuevas ocupaciones, que seguro en otras ramas pueden también surgir, no son más que el resultado de las circunstancias generadas en torno a desarrollos que nacen por demanda en la sociedad. Hoy, el ser analista de redes es una necesidad que nació a partir de la utilización masiva de herramientas como el Twitter o Facebook, que por ejemplo, en las pasadas campañas presidenciales de Colombia, jugaron un papel relevante de las estrategias y orientación de las mismas. Todas estas tareas no solo son nuevas, sino que se puede realizar a través de teletrabajo, es decir, desde la casa, entre las cobijas con un portátil y acceso a Internet.

Community manager, desarrollador web, diseñador web, ciberniñera, ciberperiodista, investigador de unidad de delitos informáticos, ingeniero de mantenimiento de redes, desarrollador de software, ingeniero de soporte, programador, ciberboy o socializer, digitalizador, renderizador, maquetador CSS y animador 3D,  son algunos de los oficios de hoy en día que se están solicitando. Especialistas en e-marketing, e-learning, e-business, e-salud y e-commerce son más vigentes que nunca, por poner otros ejemplos. Posiblemente la lista de nuevas ocupaciones relacionadas con las TIC aumente y seguirá creciendo mucho más en los próximos años a un ritmo acelerado. Nuevas actividades virtuales se desarrollarán y poco a poco algunas irán desapareciendo, pues las tecnologías facilitan y cambian diversos procesos.

Hoy la evolución de las herramientas TIC exigen que las personas posean una habilidad inmensa para adaptarse a las necesidades del mercado. Saber de marketing no es suficiente, sino que además se debe conocer más sobre mercadeo a través de medios alternativos como redes sociales, videos  y páginas Web. Hoy ser ingeniero de sistemas no es suficiente, es esencial desarrollar nuevas habilidades para aplicaciones en Facebook o para mejorar la interactividad con la audiencia a través de ingeniosas campañas publicitarias. Cada profesión requerirá una adecuación de conocimiento y mejoras en el proceso de actualización para estar a la par con lo que este medio exige.

Imagen tomada del siguiente enlace:

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Ana Cecilia Mejía
Directora administrativa
Corporación Colombia Digital
anamejia@colombiadigital.net
www.colombiadigital.net

Comentarios

1 comentario

    • VICTOR CARDENAS el 20 septiembre, 2010 a las 9:03
    • Responder

    Excelente articulo que utilizare con mis estudiantes de grado 11 proximos agraduarse.

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