En el sector de altos de cabecera se viene adelantando sendos proyectos en una zona considerada de alto riesgo sísmico por cuanto allí pasa una falla geológica que ha causado más de un problema Descuidaron los responsables de las construcciones otros detalles elementales, especialmente los referentes a la convivencia y respeto por el vecindario e incluso del medio ambiente, problemas agravados por la presencia en el sector de otros agentes con impacto igualmente negativo en la misma zona de influencia y que quienes firmaron las correspondientes licencias con graves fallas en su tramitación no revisaron ni previeron por razones que desconocemos. La existencia de varias entidades educativas sobre las vías de acceso desde la carrera 40,calle 44 y carreras 41 y 42, sectores altamente densificados pues allí se concentra gran parte de edificaciones multfamiliares,que para cada unidad familiar cuenta con un mínimo de 2 automotores a los cuales debemos agregar en las horas pico los de colectivos escolares y de padres de los escolares en el sector quienes han convertido los dos costados de las vías en parqueadero público generando congestión vehicular al impedir el libre transito a más de las incomodidades que los residentes debemos soportar pues les vale huevo bloquear las entradas a sus garajes, llegando incluso al extremo de ocupar los accesos a los garajes para parquearse mientras salen sus pasajeros o hacen visita a otros padres que están en las mismas y que ante los reclamos de los perjudicados responden con un madrazo cuando se van por el lado amable. Si sumamos a ello los estacionaderos de taxi que de forma abusiva y con anuencia de quienes se dicen autoridades de transito, se ubican bajo los arboles del sector en grupos de 2 o 3 a degustar los aguacates que a modo de vacuna reciben de ventas de aguacate que han convertido la vía en parqueadero de compradores mientras degustan y compran el producto ofrecido. Nunca se cumplió con una norma nacional para construcciones que prevé estudios de impacto ambiental de movilidad.
Buscando economía en la logística, una de las constructoras no tuvo inconveniente en montar una planta concretara en una zona considerada reserva forestal y amparadas por el DMI a escasos 20 metros de la quebrada La Flora, no sin antes haber talado centenarios caracolíes y sarrapios como un generoso aporte al calentamiento sino global al menos del sector. Esta concretera en el momento de fundir placas exigirá el transito permanente de cualquier número plural de trompos o mixers en un trayecto no inferior a 500 metros saturando más aún al sector que adicionalmente una vez vendan el porcentaje de apartamentos que les permitirá llegar a su punto de equilibrio acometerán con una fuerza laboral de no menos de 1.500 obreros que llegarán en motocicletas y bicicletas y detrás de ellos las ventas de tinto, empanadas, avena,morcillas,papas rellenas y todos aquellos productos que hacen parte de la dieta de los trabajadores de la construcción incrementándose así la inseguridad en la zona pues no es desconocido que tras estos oficios se camuflan personajes dedicados a hacer inteligencia para apartamenteros, jaladores de carros y todo tipo de delincuentes. Los antejardines servirán para la siesta y hasta sanitarios. Los problemas se darán desde las construcciones proyectadas sobre la carrera 40, edificio Vento y dos más entre calles 45 y 51 cada uno con más de 20 pisos. Se está creando un hibrido parecido a una morcilla por su sobresaturación habitacional y de movilidad. Hoy es común ver como los camiones recolectores de basura, una interminable cola de mixers, camiones de reparto de gaseosa cervezas y productos lácteos deben transitar en reversa por tratarse de una vía ciega y el único volteadero se lo apropió uno de los constructores.
Se está incubando un conflicto de grandes proporciones si por las vías legales no se logra ajustar a las necesidades y dificultades de los residentes obligándolos a recurrir a las vías de hecho. Será que las autoridades ambientales han actuado decorosa y diligentemente para dar licencia a concreteras y edificaciones que no han observado respectivamente un mínimo de requisitos legales en cuanto a contaminación ambiental. e impacto en la movilidad
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