CULPABLES SOMOS TODOS

La firma de contratos por subordinados encargados, generalmente por espacios de tiempo que no superan las 24 horas, pues el titular sale a un viaje programado con segundas intenciones, se ha convertido en alerta sobre malos manejos o componendas para lucrarse los de niveles jerárquicos superiores.
La silaba (edo.) generalmente precedida por un rimbombante nombre de cargo debe ser tomada como una alerta temprana de la metida de mano en contratos amañados, que hoy se han dado a llamar contratación directa o urgente, y ahora una figura nueva “la subasta”.
Durante los 3 largos años que llevamos bajo el último gobierno municipal, ese sufijo de encargado es casi que permanente, pues cuando el titular no está en exámenes médicos o en uno de sus frecuentes viajes al exterior a dar una vuelta a sus negocios personales que lo han convertido en el símbolo de la internacionalización de Bucaramanga pues la ciudad no da para tanto con el estado actual de su infraestructura.
Las explicaciones dadas por el encargado y candidato a chivo expiatorio rayan en lo ridículo pues solo sirve para dejar en claro la carencia de idoneidad y criterio de quienes disponen el destino del dinero que los ciudadanos vía impuestos tenemos que pagar permanentemente.
Antes que buscar características anti vandalismo, deben exigirse propiedades anti bandolerismo que protejan al erario público de la peor epidemia que agobia al país o sea la corrupción galopante y de la cual no somos excepción. Por unas sillas que debieron costar muy bien pagas $2.600 Millones, se sobrepagó la suma de $1.500 Millones, con los cuales se habría tapado una buena cantidad de huecos.
Poco debe importarnos si las sillas son iguales a las del estadio de Barcelona o las del coliseo romano, pues el daño es para nuestra ciudad.
Viene a nuestra memoria el debate adelantado en el Congreso al ex ministro Andrés Fernández quien justificó cantinflescamente la manera poco clara como se actuó para asignar los multimillonarios regalos compensando o pre financiando futuras campañas presidenciales arguyendo lo actuado en gobiernos anteriores.
De las excusas planteadas, se deduce que en las alcaldías de Armenia y Pereira, el criterio utilizado para comprar barato, generará daño patrimonial, pues parece compraron sillas de cartón incapaces de soportar una sentada de personas obesas, por no haber actuado sin hacer consideraciones de precio vs. Calidad.
Las permanentes dudas sobre los funcionarios que han participado en sucesivas y dudosas contrataciones, bien ameritaría revivir en el diario Vanguardia Liberal la Unidad Investigativa que en su época trasmitió confianza en los ciudadanos, pues se contaba con una veeduría informal que hacía pensar a nuestros encargados de sacar en limpio los nombres de quienes salen beneficiados además de los proveedores o contratistas.
La exagerada democracia originada en la constitución del 91 ha motivado el afán desmedido por enriquecerse por un mandato otorgado en urnas para hacer de las suyas los elegidos durante 4 años. Antes los mandatarios de libre nombramiento y remoción eran más cuidadosos de su buen nombre, pues una pedida de renuncia delataba sus indelicadezas y actuaciones que los apartaba de la estricta observancia de los deberes éticos y morales.
Ojalá este curso intensivo de 4 años nos haya servido para crear conciencia de buenos ciudadanos eligiendo lo que más convenga a la colectividad.

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1 comentario

    • jorge morales el 28 abril, 2011 a las 13:35
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    Me encanta que tu andes haciendo esta clase de comentarios a esta hora de la vida es bueno colaborar con nuestra ciudad y esperanza para nuestros hijos…… abrazos

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