Ante la celebración de un partido de la selección Colombia todos corren presurosos a instalarse la camiseta genérica, adquirir la bandera por si toca salir a celebrar un posible triunfo (en la derrota se ve soledad en las vías y las banderas desaparecen como por arte de magia. El pasado 7 de Agosto cuando se conmemoraba nuestro mayor y más importante logro militar pues derivó nuestra independencia. En Bucaramanga de ello fuimos testigos no obstante coincidir con la celebración del mundial sub 20 cuando la bandera constituye el producto de mayor venta tal vez por no haberse programado un partido de nuestro seleccionado, estas banderas se quedaron en el armario en vez de haberse izado para rendir tributo a quienes en el pasado no a punta de balones y leña, sino de balas exponiendo sus vidas dieron paso a una república libre de yugos.
Esta ha sido otra de las consecuencias de la gradual desaparición en el pensum de materias que otrora ayudaron a formar generaciones con principios sólidos reflejados en su comportamiento social y ciudadano, como la Cívica, urbanidad, religión, historia sagrada y de Colombia. Somos los primeros críticos de habitantes de países desarrollados sin detenernos a ver como es su diario vivir; ante todo respeto por sus símbolos patrios, autoridades cumpliendo con las normas que hacen más agradable la convivencia y respeto por los demás. Vale recordar cuando en estas fechas se sancionaba a quienes no izaban la bandera en sus ventanas y antejardines o se hacía campañas recordatorios por los medios para cumplir con este deber ciudadano. Paradójicamente a partir de los próximos días más de un fanático partidista exhibirá en sus automóviles, ventanales y en el pecho afiches, camisetas y cuanto elemento propagandístico se inventen los aspirantes a incumplir promesas electoreras, salvo aquellas que generen riqueza así sea ilícita como producto de su gestión. Será acaso que con los elementos de “falsa publicidad”, queremos destacar hoy como símbolo patrio la deshonestidad que invade a nuestra sociedad y gobernantes dentro de la neocultura del dinero fácil?.
Bien vale mostrar un mejor comportamiento, generando mayor conciencia y sentimiento ciudadanos
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