Improvisación y carencia de sentido social denota la medida tomada por el ejecutivo local al decretar prohibición en el uso y expendio de pólvora a sabiendas de la inversión que por razón de la actividad misma previo al inicio de Diciembre hacen las 300 y más familias que derivan su ingreso para sobrevivir un año fe la temporada navideña, afectando las financieramente más que una pirámide ya que hipotecaron viviendas y recurrieron a millonarios créditos (estos no del pomposo Banco del Pueblo con burgomaestre codeudor).
La medida es aplicada en su rigor a los más indefensos y afectados que a quienes para la época queman ruidosamente billetes en rama como nos consta a quienes tenemos los sentidos de audición y vista aún funcionando al observar como en los 4 puntos cardinales se viola el decreto que tanto defiende el secretario de gobierno municipal. Que se legisló para evitar niños quemados (bello propósito una navidad sin quemados y ojalá sin quebrados para hacer moñona), acaso los accidentes ocurren al momento de la venta, la lógica indica que el mayor porcentaje suceden una vez se enciende la mecha en poder de quien adquiere el producto. Tan infractor es quien vende como quien compra y usa pero parece que nuestras insensibles autoridades y órganos de control se hacen los ciegos y gochos como se desprende al observar que nunca han logrado frenar las ruidosas orgías propias de barrios de estratos altos quienes por las restricciones establecidas adquieren la pólvora no muy legalmente cometiendo doble falta, compra clandestina y utilización de ella, hay algún sancionado o para no exagerar reprendido de quienes también abarca el decreto diferente del polvorero?
Acá se puso el cebo y luego se salió a la cacería de unos pocos(los muchos) dejándolos en la inopia mientras los compradores que por recesión cada vez son menos, felices en su festival ígneo
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1 comentario
Yo nunca compro pólvora y no me gusta por el humo, pero me parece que lo de la prohibición no funciona. Prohibir la pólvora para evitar quemados es como prohibir la venta de vehículos para evitar accidentes vehiculares o prohibir las piscinas para evitar ahogados. Cada quien es responsable de sus actos, pero los alcaldes solo quieren ganar «buena fama», apareciendo en los noticieros con cifras de cero quemados, todo esto lo hacen por popularidad, sin pensar en las familias afectadas