NOSTÁLGICOS?

NOSTÁLGICOS
“Tanta agua va al cántaro que al fin se rompe”. La animadversión al sistema metrolinea se remonta al inicio de obras por la incomodidad generada con la medida restrictiva del pico y placa, decisión tomada ante la incapacidad de nuestros gobernantes de aplicar medidas correctivas diferentes a la de implantar el chanchullazo de los cepos. Esa falta de determinación política ha trascendido con el tiempo y hoy se mantiene pues el problema de movilidad se acrecienta con la entrada de miles de motos anualmente, cada una acompañada de un irresponsable aprendiz de motociclista cuyo aporte al caos es significativo. El paganini ha sido un sistema que bien utilizado y acompañado de medidas complementarias a cambio del permanente bombardeo de opiniones negativas ante la incapacidad manifiesta para sugerir como mejorar y hacer que los usuarios se incrementen como pueden serlo la implementación de un pico y placa en horas pico a los motorizados y control real a la venta de esos vehículos y sus compradores que adquieren una licencia con la facilidad que se compra una mandarina en un semáforo.
Las organizaciones cívicas y la prensa misma vienen actuando de forma similar más ninguno encara una campaña educativa o exige acciones como chatarrizar buses o ampliar los padrones y alimentadores a sectores que por el volumen potencial de usuarios lo ameriten. La nostalgia parece invadir el espíritu de quienes se trasportaban como en latas de sardinas, de pies, con el mendigo, el atracador y el fumador, con paradas cada 20 metros, sistema al cual los discapacitados no tienen acceso. Algunos mayores de las épocas de los años 40’s y 50´s guardando proporciones se remontan al prehistórico bus denominado “El corinto”, precursor de las chivas hoy destinadas a la rumba.
La baja rentabilidad no será superada mientras no superemos la animadversión hacia esta modalidad de trasporte que en otras latitudes funciona sino a la perfección ha mejorado la calidad de vida de quienes lo utilizan.
Los problemas de tráfico del viaducto serían minimizados si Floridablanca y Piedecuesta implementan el pico y placa, pero más ha pesado el deseo de sentirse autónomos que hacer efectivo el objetivo para el cual invirtieron en el sistema.
Acaso valdrá la pena insistir en desprestigiar el sistema a cambio de buscar como ajustarlo a las necesidades de usuarios e inversionistas?
Más económico resultaría ajustar las nóminas de guardianes del tránsito, cámaras y automatización de sistemas como semáforos e incluso llegar a extremos como multar automáticamente a quien abandone su vehículo mientras se apea para comprar el pan, sin darle oportunidad de reiniciar la marcha. La obligación de los funcionarios es corregir en provecho de la mayoría exigiendo el cumplimiento estricto de las normas para ello existentes.

Comentarios

comentarios

Powered by Facebook Comments

2 comentarios

    • rodolfo el 13 diciembre, 2011 a las 16:27
    • Responder

    A los administradores de Metrolínea les propongo una idea, tomada de mi observación en una ciudad de Estados Unidos, que utiliza el metro: Los buses articulados se envían en las horas pico, cada 10 minutos, cubriendo las rutas de mayor demanda. Los buses padrones van cada 15 minutos, cubriendo las rutas alternas de mayor demanda. Los buses alimentadores cubren el mayor área de barrios, cumpliendo horarios estrictos y que la gente conoce para evitar «perderlos». Que Metrolínea haga el balance de cuántos buses necesita en horas pico y luego se dedicarán a contar plata!!

    • dario el 18 diciembre, 2011 a las 9:34
    • Responder

    Buenos dias, no pretendan reimplantar pico y placa con el sofisma de la unidad que nunca ha existido. Si quieren que uno se monte al menos deberia haber recargas en cada parada del alimentador porque si la tarjeta esta sin saldo no lo montan ni implorando misericordia. Perdon por tildes pero mi tel. no tiene.

Responder a dario Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.