ARRIESGUEMOS HUEVOS PARA COMER POLLO

Las elecciones de octubre de 2.011, en las cuales se elegirán alcaldes gobernadores y concejales pueden representarnos la mejor oportunidad para probar la efectividad del voto en blanco. El sentir general de nosotros los bumangueses es una permanente lamentación por haber escogido pesimamente precisamente por ir contra lo que la conciencia nos dicta y que no es otra cosa que elegir al mejor y ello no debe traducirse en a elegir el menos peor. El pánico por poner a alguien que con sus actos de gobierno no persiga primordialmente el lograr un inmediato retorno de la inversión durante su campaña, rebozando todos los topes legales. Es obvio que este retorno debe ser inmensamente superior pues toca repartir con los calanchines o cuotas que los miembros de la coalición exigen imponer en los cargos en los que se deciden inversiones y el gasto público, generalmente en institutos descentralizados que incluyen en su programa de gobierno las obras y proyectos de “trascendencia”. Otra constante que nos retumba y mortifica es elegir representantes para cuerpos colegiados llamados honorables concejales u honorables diputados que en épocas pretéritas nos representaban de manera ad-hoc, pero que por arte de las componendas características de los demócratas en cuerpos colegiados del orden nacional igualmente denominados honorables senadores o representantes fueron creando unas dietas para compensarles el trabajo que para beneficio común desarrollan en los barrios y poblaciones de sus ciudades y departamentos. Sobre la necesidad y utilidad de estas corporaciones siempre hemos dudado y deseado abolirlas. Como fueron creados por leyes dictadas por la privilegiada casta política para retribuir su trabajo de carga ladrillos con altas remuneraciones durante los 12 meses del año, incluidos los meses de receso aunque parece viven así permanentemente; la estrategia más eficaz es acabarlos por sustracción de materia. Marcando una X en el tarjetón en blanco demostraríamos nuestro real interés, pues al no elegirse a nadie; estos cuerpos legislativos morirían ahorrándonos dineros que invertidos en la comunidad serían de gran utilidad pública. Es general la duda sobre la utilidad del voto en blanco pues siempre nos han vendido la idea de su inocuidad. Pero como Santo Tomás metamos el dedo en la llaga (urna), marcando en blanco por esta vez para concejos y asambleas, pues gane quien gane solo afectará a los politiqueros. No pasemos por alto esta ocasión. Votemos en blanco pero votemos para los demás cargos en caso de no estar convencidos que estamos eligiendo a quien no nos defraudará; la abstención solo favorecerá a quienes a punta de tamales y asados compra los votos, pues hay quienes se venden por un tinto y un pielroja. Sí acoge la propuesta conviértase en un multiplicador y sus honorarios se verán en mejores vías y una ciudad más acogedora al invertir los salarios de la zanganocrácia criolla.

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4 comentarios

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    • bumangues citadino el 6 julio, 2011 a las 8:26
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    Completamente de acuerdo con su propuesta… VOTEMOS EN BLANCO en las próximas elecciones, yo seré uno de los multiplicadores de esta ofensiva contra la corrupción más corrupta de Colombia, la de los políticoides santandereanos

    • pensador el 8 julio, 2011 a las 8:13
    • Responder

    los bumangueses raizales debemos votar EN BLANCO en las proximas elecciones para alcalde y gobernador. No sigamos patrocinando corruptos al dejar que otros los elijan porque les regalaron un plato de lechona… Ahí tenemos el resultado: el alcalde Vargas Mendoza (me endosa, para Honorio) suspendido, qué bien!!

  1. sobre el articulo arriesguemos huevos para comer pollo, julio 5 del 2011, que hace referencia a las elecciones le recuerdo que son en octubre de 2011

    1. gracias por su aclaración

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