Nuestra internacionalizada y turística ciudad, así considerada según intenciones expresadas por miembros de instituciones políticas y privadas parece no tiene quien o quienes puedan diseñar planes de contingencia para temporadas como la que acaba de pasar, cuando el pico y placa con el que ahora amenazan hacer más extenso, se ha convertido en elemento que aleja a turistas que aprovechando la tranquilidad y mejor estado de las vías nacionales. El afán por coronar el viaje a un lugar de destino casa de familia u hotel antes de la hora establecida genera en los conductores la necesidad de evitarse una multa de medio salario mínimo mensual o la mordida de $20.000 con la que tranzan las “autoridades”, acelerando la marcha por encima de los topes permitidos aumentando los riesgos de accidentalidad y sumado a ello el tránsito de camiones por vías de acceso a la ciudad que bien han podido hacer uso de rutas alternas como la troncal del Magdalena medio o el corredor del anillo vial por Chimitá no ocupando las rutas de ingreso a la ciudad por Floridablanca o Café Madrid ni atravesando la ciudad.
Debe pensarse en adecuar dentro de la ciudad corredores viales para quienes demostrando peaje en mano hacen su ingreso a la ciudad puedan culminar su travesía como lo permiten en otras ciudades consideradas destinos turístico. Sí en Bogotá se pudo suspender la restricción durante más de 20 días porqué acá no se pudo?, que la capital se desocupa durante esas fechas puede ser una razón que obviamente determina el desplazamiento de varias decenas de miles de familias en plan turístico por todo el país y Bucaramanga no se exime de ello si es cierto que somos potencialmente atractivo turístico o al menos ciudad de paso o etapa obligada para quienes e dirigen a la costa quienes muy seguramente aportarán varios millones a nuestra maltrecha economía dizque por culpa de Venezuela; acaso no deben nuestros gobernantes aportar en vez de andar pensando en ir a rogar a su obstinado y obsesivo gobernante nos compre unos dolaritos así paguen en quince años.
Como se deduce de las últimas noticias sobre ampliar del 22 de enero a fin de enero la puesta en marcha de la que creen “definitiva solución” a nuestros males, actitud que denota que definitivamente el manejo de la movilidad quedó grande a quienes participan en la puesta en marcha de un proyecto de grandes dimensiones manejado con criterio político.
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